lunes, 21 de julio de 2014

¿Cómo se mide la vida?



La vida no se mide según con quién sales,  ni por el número de personas con quienes has salido.

No se mide por la fama de tu familia, por el dinero que tienes, por la marca de coche que manejas, ni por el lugar donde estudias o trabajas.

No se mide ni por lo guapo ni por lo feo que eres, por la marca de ropa que llevas, ni por los zapatos, ni por el tipo que música que te gusta.

La vida, simplemente, se mide de otra forma:

Se mide según a quién amas y según a quién dañas.

Se mide según la felicidad o la tristeza que proporcionas a otros.

Se mide por los compromisos que cumples y las confianzas que traicionas.

Se mide por el sabor de boca que dejas a los demás con tu presencia y con tus comentarios.

La vida se trata de lo que se dice y lo que se hace y lo que se quiere decir o hacer, sea dañino o benéfico.

Se trata de los juicios que formulas, y a quién o contra quién los comentas.

Se trata de a quién no le haces caso o ignoras intencionalmente.

Se trata de los celos, del miedo, de la ignorancia y de la venganza.

Se trata del amor, el respeto o el odio que llevas dentro de ti, de cómo lo cultivas y de cómo lo riegas.

Pero en su mayor parte, se trata de sí usas la vida para alimentar el corazón de otros.

Tú y solo Tú escoges la manera en que vas a afectar a otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida…

La vida será contigo tan justa como lo seas Tú con los demás.
-       Anónimo

jueves, 10 de julio de 2014

El experimento.

Un grupo de  científicos de Palo Alto, California realizo el siguiente experimento.

En la primera etapa pusieron a una rata dentro de un frasco de vidrio lleno de agua casi hasta el tope, la rata solo tenía un pequeño espacio para respirar mientras nadaba para tratar de mantenerse a flote en el reducido espacio de aire entre la superficie y la tapa del frasco.

Adicionalmente apagaron la luz, de manera que el sitio estaba totalmente a oscuras.

El animal  nado durante cerca de quince minutos, al cabo de ese tiempo dejo de nadar y murió ahogado.

En segunda parte de este experimento hicieron lo mismo con la diferencia de que permitieron una luz muy tenue.

La rata nado durante tres días seguidos antes de ser salvada por los investigadores.

Esta es la diferencia que crea la esperanza.

En cada momento con tus comentarios y tus actitudes puedes sembrar o apagar la esperanza en quienes te rodean.

Recuerda ningún gran sueño es realista, ni lógico.

¿Acaso puedes olvidar a quienes te enseñaron a soñar?

Cree con pasión en tus sueños y así estarás sembrando esperanza en otros.

jueves, 3 de julio de 2014

Como embellecer el alma.

El limpiador de tu alma es el perdón.

Deberás usarlo todo el tiempo apenas veas una impureza, aplícalo.

No te acuestes nunca sin haber pedido perdón y sin haber perdonado.

El resultado será que en paz te acostarás y asimismo dormirás y tu sueño te sustentará.

La hidratante de tu alma es la oración.

Si no hidratas la piel de tu rostro, se marchita.

Así, si no oras, tu alma se reseca.

Pero a medida que confías en Dios, el afán y la ansiedad desaparecen, y aprendes a reposar y esperar en el Señor.

El tonificante de tu alma es la alabanza.

Cuando alabas  y das gracias a Dios y vuelves a El tus pensamientos, cuando te olvidas de ti mismo, sin egoísmo en tu corazón, quedas libre para que Dios ponga en ti su gozo.

La nutritiva de tu alma es la Palabra.

Así como en lo físico no puedes vivir sin alimentos, tu alma necesita el alimento de la Palabra de Dios.

Cuando te alimentas con la Palabra, la debilidad y la confusión desaparecen.

El protector de tu alma es la coraza de la Fe.

Con la fe te protegerás de las inclemencias de la vida, mirarás por encima de las circunstancias y pasarás victorioso/a.

Si usas a diario estos productos  de belleza, tu alma  se mantendrá limpia y tu corazón será puro.

Te saciarás de bien, de modo que te rejuvenezcas como el águila.